Bendueños


La subida a Bendueños es uno de los numerosos "muros" que encontramos a lo largo y ancho de nuestra orografía lenense. Pero esta es caso aparte. Ésta es de las que te obliga a echar el pie a tierra (en la mayoría de las ocasiones). Comenzamos la ascensión unos 500 m. más allá de Campomanes, en la ruta que nos conduce por el valle de Pajares, y tras superar la carretera que nos lleva a Malvedo. Los inicios son respetables (pendientes que oscilan entre el 7 y el 8%), como aquel diría, para “entrar en calor”. Tras un tramo casi llano (de unos 500 metros) que nos conduce a La Frecha, tomamos un cruce en dirección a Herías y aquí el asunto se empieza a tornar serio, puesto que la pendiente asciende de forma abrupta y vamos tomando altura a una velocidad de vértigo. La pendiente media del kilómetro ya se va por encima del 12%. Llegamos a Herías, un bello pueblo situado a más de 500 metros de altitud y a partir de aquí comienza una nueva fase de la ascensión. Aquí comienzan los 600 metros de un "sálvese quien pueda". Seguimos la indicación al Santuario de Bendueños por una estrecha caleya hormigonada y que sube, casi, en vertical. La pendiente es brutal, la carretera estrechísima y aún más disminuida por las hojas, las piedras y las castañas que invaden el asfalto.  Las rampas que encontramos nos harán apretar los dientes de lo lindo y "buscar" cualquier desarrollo que minimice lo posible el esfuerzo y sirva para vencer este muro. Tras 600 metros, desde Herías, llegamos a un pequeño alto, situado a más de 660 metros de altitud, para descender inmediatamente hacia la localidad de Bendueños, desde donde podemos contemplar unas maravillosas vistas. Ya en Bendueños podemos caleyar hasta encontrar el desvío al Santuario, donde vale la pena inmortalizarse con la mejor cara posible tras vencer esta durísima subida lenense.

 

Éste es el perfil de la ascensión:



Y ahora unas imágenes:




La subida, en Google Maps: