Cuando hace unos años se planteo la posibilidad de realizar un final de etapa en el alto de Coto Bello se empezó, también, a elucubrar con las mejores opciones de enlazado, ascensiones que posibilitaran el endurecimiento de una presunta etapa. Ya aquí, cuando el año pasado presenté el reportaje de Coto Bello, hablé de encadenados con Cobertoria, Cuchu Puercu, Cordal, Cabana, Carabanzo, Couxial y, como no, la Colladona. Es, éste último, el que más cerca se encuentra del inicio de la ascensión a la cima allerana (apenas cinco kilómetros de terreno llano). El alto de la Colladona, por su vertiente norte, tiene una longitud de 11,6 kilómetros a casi un 5% de pendiente media, números respetables en todo caso, aunque la parte dura se reduce a los últimos 7 kilómetros esencialmente (desde Tolivia). Comenzamos la medición en la localidad de Entralgo, poco después de La Chalana, y dejando atrás la carretera que asciende desde Pola de Laviana al puerto de Tarna. Los primeros kilómetros transcurren sobre amplias rectas en donde la pendiente es muy suave y con un asfalto en buen estado. Pero a partir de Tolivia cambia la ascensión y lo que era una tranquila ruta por unos paisajes privilegiados se transforma en una incómoda (eso es lo que me pareció en mis últimos ascensos) subida a la que no acabamos de cogerle el ritmo. Las rampas oscilan entre el 6 y el 8%, sin apenas variación, sin descansos, hasta la cima. Es esta la principal característica de esta subida, la que la hace dura, la que la convierte en un puerto de segunda duro o en un “primera” flojo. No extraña, por tanto, que en las distintas ocasiones en que ha sido transitado por la Vuelta a Asturias o Vuelta a España unas veces se catalogara como de segunda y otras de primera, a pesar de estar situado, casi siempre, a mitad de recorrido y no en la parte definitiva. Pero si hay dudas en la definición de su dureza, no ocurre lo mismo en cuanto a la belleza del entorno que rodea a la ascensión, transitando por una zona arbolada que nos protegerá en los calurosos días de verano. La subida finaliza a 850 metros de altitud, cuando comenzamos a ver, frente a nosotros el inmenso Coto Bello y sus últimas rampas.

 


Algunas fotos de la ascensión:



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