De las mismas calles de Mieres surge una subida durísima de poco más de un kilómetro que nos conducirá al pueblo de Lladreo. Una ascensión que sí, es corta, pero cuenta con unos números que la sitúan entre las más difíciles del concejo. Entrando en Mieres por la zona del pozo Barredo (As-242) y en un tramo de leve descenso que desemboca en el centro de la localidad, encontramos el desvío hacia Lladreo a la derecha. La carretera, tras tomar el desvío, se estrecha sobremanera, pero no será esto lo peor, sino la terrible rampa que encontraremos de pronto. Apenas unos 100 metros suaves servirán para meter “todo”, pues las pendientes rápidamente se sitúan por encima del 20%. La sucesión de “muros” a lo largo de los siguientes 300-400 metros roza lo inverosímil y Mieres va quedando más y más abajo… Cuando llevamos algo menos de medio kilómetro tomaremos un desvío que sale a la derecha (una pena, pues la ascensión parecía suavizarse) “tropezándonos” con otra rampa “antológica” (como se ve en una de las imágenes). Encontraremos el único momento de respiro (con un leve descenso que no viene reflejado en el perfil pues es cortísimo) al atravesar unas casas de dicho pueblo de Lladreo. Será el momento de recuperarnos y volver a “apretar los dientes” pues lo que se nos viene encima es de órdago… otra vez. Nuevas rampas por encima del 20% (hasta un 22% poco antes de culminar) y más rampas de herradura… Pero todo se acaba tras un kilómetro de terrible sufrimiento. Un pequeño descenso de unos 100 metros desembocará en una casa donde finaliza el asfalto. Ni que decir que las pendientes de ese descenso también son espectaculares (de hasta un 20%).

Ahora unas pocas imágenes de la ascensión:

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