Port de Larrau -N-
 

Seguramente los más jóvenes que se prestan a leer el reportaje de este puerto el port de Larrau no sea muy conocido, pero mas allá de los números, que lo sitúan como la ascensión mas dura (o entre las más duras) de los Pirineos, su significado adquirio más trascendencia cuando el Tour de Francia lo incluyó en el homenaje a Miguel Indurain, cuando una etapa, de 262 kilómetros, salía de Argeles-Gazost y atravesaba los puertos de Soulour, Aubisque, Marie-Blanque, Soudet, el propio Larrau, además de los "terceras" Jaurrieta (Remendía) y Garralda. Un etapón descomunal, durísimo, que hizo que el mejor ciclista español de la historia, en aquel "sexto" que no pudo ser, sufriera, y nos hiciera sufrir, como nunca.
El port de Larrau inaugura las ascensiones de Francia en esta web, que ha pasado de las pequeñas subidas a pueblos de Lena, luego del Caudal, de Asturias, del resto de España y, ahora, por primera vez, traspasando las fronteras. Larrau es un puerto que sirve de frontera, por cierto, entre España y Francia, y, como suelo decir, que une territorios: los puertos unen, no separan. Así al menos debiera ser. En la cima, sólo montaña, sin vallas, sin muros, como así debieran ser las fronteras del resto de países del mundo. Sólo carteles para indicarnos que estamos que estamos aqui o allá, o que estamos a tanta distancia de aquí o de allá, porque todo es Pirineos, todo es gigantesco, todo son montañas.
Al ver la altimetría que tenéis abajo, la de este port de Larrau, quizá algunos os extrañéis, porque no tiene esos casi 15 kilómetros que si aparecen en otras muchas altimetrías. Se debe a que he realizado la medición desde la carretera que proviene del col de Bagargi, desde el desvío a Carriquiry, aunque desde el pueblo de Larrau es compartida y se ascienden otros 12 kilómetros...
Por tanto, inicio la medición en el desvío a Carriquiry, ya con pendientes fuertes (sobre el 9-10%), si bien irá suavizando poco a poco, hasta alcanzar la localidad que le da nombre al puerto: Larrau. Alcanzamos un cruce donde nos indica Navarra y el port de Larrau, dejando a un lado (a la izquierda) la carretera que se dirige hacia Licq-Atherey y Sainte-Engrace (en otra de las vertientes de Pierre Saint Martin, la que se desciende en la Marcha Larra-Larrau, justo antes de afrontar el gran coloso del Pirineo Navarro). Desde el desvío el puerto no arranca con brusquedad, sino que nos hará confiarnos, combinando dureza y descansillos; rampas fuertes y suaves... Llegamos, poco después, a una bella zona de herraduras (ver imágenes), ideal para fotografiar y seguir cuestionando la dureza del puerto que, a buen seguro, nos habrán hablado y comentado una y mil veces. La subida se sumerge en la arboleda y, ahora sí, la pendiente se "instala" en el 10%, y en el 11%, y en el 12%... Y cuando vamos pensando que poco después, que alla al fondo, vendrá un descansillo que nos dé un respiro, las pendientes no ceden. Va desapareciendo la arboleda y seguimos igual (o peor). Ahora, si estamos subiendo en un día de verano, casi el infierno. Más de tres kilómetros al 11% de media, rampas sostenidas, sin descansos, hasta que vemos un par de herraduras, pero aún no se divisa, con claridad, por donde transcurre la carretera. El descansillo llegará, de forma simbólica, entre esas dos curvas, toda una trampa para confiarnos, puesto que cuando giramos de nuevo (tras la segunda herradura), llegará un tramo casi rectilíneo que desembocará en el col d'Erroymendi, tramo en el que el tiempo parece deternerse, en el que parece que nos detengamos y en el que la velocidad sigue cayendo. Sólo con ver el paso de los corredores en 1996 nos deja bien a las claras que Erroymendi es extraordinariamente duro... Tras hacer cima el puerto no ha acabado, está claro, pero mentalmente es más que un alivio, porque lo que queda ya no es igual, ya no tiene tanta continuidad. Vendrán kilómetros de toboganes, dejando el barranco, ahora, al lado izquierdo (antes estaba al derecho, hasta Erroymendi), que nos acercarán al tramo final, muy escénico, con casi dos kilómetros que nos elevarán hasta la cima. En esos dos kilómetros finales las pendientes vuelven a ser elevadas, como en Erroymendi, por encima del 10%, pero Larrau ya está hecho, ya está coronado. Tras casi 14 kilómetros de infernal ascensión, Larrau se corona a 1577 metros de altitud, sirviendo, como comentaba más arriba, de frontera entre España y Francia.

Este es el perfil de la ascensión:



Y ahora unas imágenes:






Mapa de la subida en Google Maps:




Larrau fue incluído en los recorridos del Tour en 1996 y 2007, no defraudando, sobre todo, en la primera ocasión, cuando fue parte del "homenaje" de la carrera a Miguel Indurain, cuando se llegaba a Pamplona tras 262 kilometros y 7 puertos de montaña, con Larrau como clímax de la etapa:







Volvió en 2007, aunque colocado al principio de la etapa, en la jornada reina de aquella edición, cuando la meta se situó en col d'Aubisque: