Pedaleando por la Sacagüeyos 2018

 
Volví unos veintidos años después a disputar una prueba ciclista en Luarca y, como entonces, me soltaron aquello de "está usted fuera de carrera". Eso ocurrió en  torno al kilómetro 45, cuando habíamos parado en el primer avituallamiento (de Villayón) y, por lo visto, la distancia en tiempo entre el primero y nosotros era superior a media hora. La organización, sin embargo, ya había dejado claro que seguiría habiendo avituallamientos, pero no me quedó claro el papel, por aquel entonces, de las ambulancias, que se iban por delante. Un momento de duda, puesto que había tenido que abonar el seguro del día y no sabía a ciencia cierta si al "estar fuera de carrera" dejaba de estar cubierto por el mismo. ¿Había pagado 12 euros para que me cubriera durante 45 kilómetros? ¿Pasaba entonces a estar cubierto por el seguro de la Federación de Cicloturismo (al que me apunté ya el año pasado)? No le di mucha más importancia ya que no acudo regularmente a las Marchas Cicloturistas (o Ciclodeportiva, como en este caso), y más tras volver a tener una ambulancia por detrás unos kilómetros más adelante.
La prueba se disputaba en Luarca el 21 de julio y era su tercera edición, teniendo como invitados a Ezequiel Mosquera y a Carlos Sastre, y el día anterior había tenido lugar una charla en la que se hizo homenaje al exprofesional de la zona José Manuel García. No vi, sin embargo, ni uno ni otro. Habíamos salido de Madrid tardísimo, dormimos unas pocas horas y llegamos casi con el control en la hora límite (8:15).


Este es el perfil de la ruta. Si pinchas en la imagen podrás acceder a un precioso vídeo de la aplicación Relive que simula el recorrido por un mapa en 3D.

Comienzo a encontrarme a varios conocidos de kedadas, de charlas por los mundos virtuales...

Nos hacemos una foto ya a la salida. Ciclistas por todos lados (la inscripción había llegado a 600).



Y venga más ciclistas...


Aquí posando con Jesús, del club organizador


Aquí posan cuatro oscuros ciclistas que dentro de unos cuantos años dominarán el cicloturismo mundial. El encargo a Sky ya está hecho...


La prueba arranca con 17 kilómetros de neutralización, y con la carretera casi siempre "picando" para arriba. El pelotón se estira mucho, muchísimo, y cuando arranca, definitivamente, ni nos enteramos. Ya metidos en el alto del Segredal, con una primera fase irregular y 2-3 kilómetros finales durillos, el grupo se rompe en mil pedazos.

El avituallamiento de Villayón. En recorridos como éste conviene ir comiendo y bebiendo cada poco: la pájara acecha en cada rampa...


Ya nos ha pasado la Guardia Civil y nos ha dicho que estamos fuera de carrera, y me quedo dudando un rato: ¿y si, como el gran Floyd Landis en su día, en estado de embriaguez, empiezo a pasar a todo el mundo y me meto otra vez en el grupo "dentro de la carrera"?. Pero lo pienso mejor y dejo que todos vivan más tranquilos y puedan ir también algo más lentos que si yo hubiera acelerado y tal y tal y cual... Por lo que me pongo a lanzar besos a la cámara, como en la foto de arriba.



Dura primera parte de ascensión, hasta bien pasado Lendequintana, luego el descenso y la fase más difícil del puerto, allá donde las rampas llegan al 20%. Pero no sé qué me pasa que esta vez es diferente a la anterior que subí este puerto: las piernas van bien y el bendito 32 responde como nunca.



Poco antes de Bustantigo (pueblo) hay un nuevo avituallamiento donde volvemos a "picar" algo para ir salvando el puerto con suficiencia.




Durante la ascensión me encuentro con un cicloturista de Vitoria con el que ya iré hablando hasta la cima de La Marta, abandonando de forma mísera mi papel de gregario de Luís. Hago caso omiso de las órdenes de equipo y me lanzo, cual Landa, tirando pinganillo por una cuneta, hacia la cima.



Si pinchas en esta imagen podrás ver un pequeño vídeo de la parte final de La Marta.




Si pinchas en esta otra imagen podrás ver el cariñoso saludo que enviamos a tod@s l@s fans de esta web.


Si pinchas en esta imagen no pasará nada, salvo que quieras descargar la foto para tenerla en casa y verla cuando te plazca: en esta ocasión no me lancé a besar el cartel, por si buscais la marca de mis labios. ¡¡¿Qué le vamos a hacer?!!


Aquí Luis indicando el punto de cronometraje de Pola de Allande. Pensábamos que iría destinado a medir el tiempo de Chavadoira, pero aún no hemos encontrado nada. Lo cierto es que hoy día, con las aplicaciones móviles (Strava, por ejemplo), ya se pueden medir todos los segmentos habidos y por haber.


Y empieza nuestro carrusel de posado en los carteles. En los más de 50 kilómetros que hay desde Pola de Allande hasta Luarca, pasaremos por los altos de Chavadoira, Forcayao y Aristébano, todos con cartel, y yo que soy un globero como una casa de grande, no me resisto a inmortalizar cada paso.


Posando en el cartel de Forcayao, ascensión incluída en la legendaria etapa de las Vuelta a los Valles Mineros de 1993 donde Indurain plegó ante Fabio Rodríguez. En aquella ocasión también Aristébano y Piedratecha, antes del final en Casa del Puerto...



Ya hemos dejado atrás el cuarto y último avituallamiento, el de Navelgas, y buscamos la última subida: Aristébano.



Y una nueva foto junto a mi socio en el último puerto del día.


Aquí entrando juntos en meta tras subir el "muro" final, seguramente la única ascensión de todo el recorrido que gustaría a la organización de una carrera ciclista profesional española.




Posando con muchos amigos, citándonos para próximas kedadas, rutas o marchas o una breve salida para tomar un café.
No soy de marchas cicloturistas, lo reconozco. Hacía tres años que no acudía a una y seguramente, si mantengo mi extraña tradición, tardaré otros tres en volver. Ésta me parecía la adecuada para este año, por ese recorrido tan espectacular, por la posibilidad de acudir a La Marta y subirla con buenos amigos, con mucha gente de muchos sitios, y de paladear el ambiente de esta prueba. No voy a entrar en el juego de opinar sobre "cicloturismo o competición", puesto que cada uno es libre de ir y hacerla como quiera: no me siento inferior porque 243 ciclistas hayan entrado delante de mí ni me siento superior porque otros 46 lo hayan hecho detŕas. Esta prueba, al menos, se definía como ciclodeportiva y en el reglamento se especificaba claramente, incluso que la media debía ser superior a 18 km/h, para mí un límite más que adecuado teniendo en cuenta el desnivel y el kilometraje. Eso sí, y sólo estoy expresando mi opinión: a la organización, si el concepto va a ser el de prueba ciclodeportiva yo iría al límite, aprovechando al máximo los recursos orográficos de la zona, esto es, haciendo una prueba de suma dureza, de más de 5000 metros de desnivel. Participantes no iban a faltar...
Y me gustó, sobre todo, el paso por los pueblos, varios de ellos con mucha gente animando, y eso que no nos jugábamos ni Vuelta ni el premio de la montaña ni nada parecido: una forma de agradecer el paso por allí. En el caso de Lendequintana y de Bustantigo, a pesar de lo incomprensible que resulta que por allí aún no haya pasado una competición profesional: tenéis uno de los mejores puertos de la península y espero que algún día los millones que cada año siguen la carrera puedan verlo también por televisión, primero, y luego paladearlo en bici, como ocurre con muchos otros. En Asturias no sólo está Lagos de Covadonga, ¿o no, Gobierno de Asturias?
Un saludo desde aquí para Pablo, para Andrés, para Jesús, para Xabi, para Javi y Pepe (Globeradas), para Javi (Tritobank), para Xabi, para Luís Díaz y su colega de Vitoria, para Marco, para Dani, para Dabiz, para Jandro, para el conductor de la ambulancia que nos hizo la foto de Aristébano (no me acuerdo del nombre,  de otro más de Lena) y un montón más con los que tuve el gusto de intercambiar palabras  y compartir unas pocas pedaladas, para los que reconocieron la web . Y ante todo para mi compañero de fatigas, Luis, con el que hice todo el recorrido, un placer compartir ruta, una vez más.Y para mis dos nenas, por su paciencia.
Nos vemos en los puertos.