UN DÍA PARA ENTRAR EN LA LEYENDA

"Cada año, cuando llega julio, veo esa etapa". Estamos en Pola tomando unas cervezas, cuando Gegi me dice eso. La etapa a la que se refiere no es otra que la de Deux Alpes del Tour de 1998. Allí Marco Pantani escribió una de las páginas más bonitas de la historia del ciclismo, atacando en el Galibier a Jan Ullrich, quien era líder y portaba el número 1 como vencedor del año anterior. Ahí es nada. El italiano, inconformista como pocos, ya había ganado el Giro de Italia y quería el doblete.  El 28 de julio de 1998, un día que siempre vale la pena recordar. Para tapar bocas, para emocionarse, para disfrutar.
Casi quince años después, un 19 de julio de 2013, otro gran escalador, Nairo Quintana, tiene la oportunidad de "asaltar los cielos", de desbancar a un intratable líder. ¿Difícil? Sí, mucho. ¿Imposible? Amigo, mientras hay carrera, hay esperanza. Por el camino se dibujan los "cols" de Glandon, Madeleine, Tamié, L'Epine y Croix Fry.


204 kilómetros de jornada que vienen tras la "pájara" de Froome en Alpe D'Huez, tras las dudas, tras el ataque de Quintana, tras las declaraciones en las que expresa que el Tour es imposible... ¡Quién lo diría tras verlo entrar ayer en meta, como si quisiera recortar el mayor tiempo posible al líder!
No hay que olvidarse de Contador tampoco. Cualquier otro hubiera sacado la calculadora y correría de forma más discreta. Pero al del Saxo no le vale eso. El segundo no le sirve para nada, y seguramente hoy se líe la manta a la cabeza.
Debutar y ganar el Tour está al alcance de muy pocos en la historia del ciclismo: Merckx, Hinault, Fignon... Habrá que ver si estamos ante un ciclista histórico, más cuando los focos se orientaban hacia Gran Bretaña, hacia "los watios", hacia una pose poco ortodoxa sobre la bicicleta, hacia un ciclismo más de laboratorio, hacia el maldito ciclismo del siglo XXI.

¡Silencio! Es el día que Dios se vistió de ciclista...

Marce Montero