VUELTA A LOS VALLES MINEROS 1993



Corre el año 1993  en donde el ciclismo está dominado por dos corredores super-clase (formidables contrarrelojistas y escaladores) que aún no se han visto las caras. No habrá que esperar mucho, ya que el Tour de ese año los tiene en cartel. Se trata de Tony Rominger y Miguel Indurain, quienes han vencido las seis últimas grandes rondas por etapas. El suizo se hace "in extremis" con la Vuelta a España de ese año por delante de su compatriota Alex Zülle, en tanto que Indurain vence el Giro de Italia, con más problemas de los previstos, ante Piotr Ugrumov.
Antes del gran duelo Indurain hace "parada" de nuevo en la Vuelta a los Valles Mineros, prueba de gran prestigio por aquel entonces, con la idea de afinar su puesta a puento cara al Tour y, de paso, repetir victoria (ya había vencido en 1987).
Con la vitola de favorito indiscutible, no parece haber rival en el pelotón participante en la prueba...
La Vuelta a los Valles Mineros de 1993 refleja a la perfección quien era el único enemigo posible en la época de dominio de Indurain en el ciclismo: él mismo. Protagonista absoluto de la prueba, vence en dos etapas, hace segundo en otra y sufre una terrible "pájara" en el alto de la Casa del Puerto, en Tineo.
Las etapas de aquella edición fueron éstas:



Con los pasos de montaña de Falla de los Lobos, Arnicio, Encrucijada y Esperanza.

Se ascienden San Tirso, Santo Emiliano, Collaona, Padrún, Manzaneda y Naranco.

Se suben Aristébano, Forcallao y Piedratecha antes de la llegada al alto de la Casa del Puerto.

Con Cabruñana, Cobertoria, San Tirso y Santo Emiliano.

Recorrido ciertamente espectacular, con finales en cuesta, en bajada, puertos de todos los "colores", carreteras pestosas, donde la lucha fue continua.

A continuación, el resumen de aquellas cuatro etapas de las que se componía la Vuelta a los Valles Mineros de 1993, carrera mítica donde las haya: