Vuelta a España 2013
-así es el tríptico montañoso pirenaico-



Y llega lo mejor de la Vuelta a España... Tras dos semanas de competición la ronda española se adentra en los Pirineos para dilucidar el vencedor. Tres etapas de alta montaña (por mucho que se quiera vender la tercera como una de media montaña) con muchísimos puertos y desgaste, mucho desgaste.

Lo primero que llama poderosamente la atención es el diseño, realmente espectacular, de las tres jornadas. Una manera de decir: "tenemos que pasar a Andorra y Francia porque en España es imposible hacer algo semejante". Triste realidad. Me he quejado de esto en repetidas ocasiones, pero es un hecho: la Vuelta a España 2013 diseña sus jornadas más decisivas en dos países vecinos...


EL FINAL EN EL COL DE LA GALLINA

Etapa dura, con un larguísimo puerto de desgaste (Envalira), el más alto de la Vuelta, y dos buenas subidas antes de afrontar  el difícil col de la Gallina, o mejor dicho Santuario de Canolich (ver altimetría), con pendientes que  alcanzan el 15%. El Coll de la Gallina se corona a más de 1900 metros de altitud, no a los  1550 que llegará esta etapa. Un nuevo fallo en la denominación de las llegadas... Una subida "capada", otra más, como ya ocurrió hace unos días con Haza Llana. Ojo a la escasa longitud de la etapa, que puede hacer que la carrera vaya muy rápida...




EL ETAPÓN PIRENAICO
Ansiábamos desde hace tiempo una jornada como ésta.  Con puertos largos, sin grandes rampas, 5000 metros de desnivel (redondeando), cuatro "primeras". Una etapa que también podía haberse diseñado en Granada, o en la Cabrera, o en Cantabria, o en Asturias,... Una jornada de la que esperamos tanto, que posiblemente nos defraude... pero el desgaste estará ahí, y tal vez los corredores lo paguen al día siguiente, cuando se enfrenten al pestosísimo perfil diseñado para alcanzar la estación de Formigal.




¿FUENTE DE 2ª PARTE?
Y la última jornada del periplo pirenaico es ésta que tiene grandes similitudes con la ya mítica de Fuente De de la Vuelta 2012. Pero en esta ocasión no hay ningún Alberto Contador para intentar la gesta. Esa es la diferencia fundamental respecto al año pasado. Valverde y Purito a la expectativa, a esperar el fallo, pero sin un corredor que arranque con la determinación del madrileño. Nibali corre de otra forma, y eso pasa factura a los otros dos animadores de la Vuelta del pasado año. En cualquier caso, una jornada trampa, sin duda, que podría ser la que más diferencias generase, debido, sin duda, al desgaste de ser la tercera etapa montañosa consecutiva...